A unos 3.000 metros de altura, la capital de Ecuador cuenta con numerosos atractivos para los viajeros. Su centro histórico conserva excepcionales muestras de arquitectura, donde destacan deslumbrantes iglesias y conventos. Las calles detenidas en el tiempo albergan oficios centenarios en casonas de enorme belleza. Está, claro, la mitad del mundo: la línea del Ecuador que divide a los hemisferios norte y sur en un sitio donde suceden cosas únicas. A estas propuestas se suman bellos paisajes para fotografiar desde la altura, interesantes museos y mercados indígenas repletos de color y tradición. Los sabores, con productos de enorme calidad, y las opciones de relax, con complejos termales de gran calidad muy cerca de la ciudad, se suman a las razones por las cuales un turista debería visitar Quito. Aquí los invitamos a descubrirlas.